Durante los últimos años, Latinoamérica ha experimentado un desarrollo acelerado de nuevas compañías financieras enfocadas en plataformas tecnológicas, conocidas como Fintech. De acuerdo al último reporte desarrollado en 2017 por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista, se identificaron de 703 startups Fintech en 15 países de América Latina, siendo México el mercado más grande con un total de 158 startups, superando así a Brasil (130 startups) que anteriormente había liderado, Colombia (77 startups) o Chile (56 startups).
Sin lugar a dudas, las aceleradoras han jugado un papel central en el fortalecimiento de los hubs de innovación en el mundo. Siendo su rol central el de formar emprendimientos y startups mucho más sólidas, capaces de enfrentar cualquier eventualidad en su crecimiento, así como en la captación de su primera ronda de inversión.
No obstante, ¿qué pasa cuando las demandas del mercado exigen a las startups todavía más innovación y crecimiento? Hoy en día, la tecnología ha alcanzado también a las startups, obligándoles a trabajar más en su innovación, además de contar con una visión integral que les permita abrirse a nuevos mercados con el fin de lograr un crecimiento realmente exponencial del negocio.
Todo esto trajo consigo la necesidad inminente de formar programas no sólo de aceleración, sino también de escalamiento, pero al mismo tiempo, una exigencia de colaborar entre los agentes clave entre su industria para catapultar su modelo de negocio ya validado.
En mi experiencia, colaborando directamente con el ecosistema Fintech, y tras el cierre del primer programa de aceleración Fintech de Startupbootcamp en América Latina en octubre del año pasado, he sido testigo de la ambición de estos emprendedores Fintech por conquistar nuevas fronteras y generar un verdadero cambio en la disrupción e innovación financiera.
Los análisis que hemos hecho durante los últimos tres años, reflejan que la mayoría de los productos y modelos, deben de madurar y crecer antes de convertirse en empresas sostenibles. No obstante, aún levantando sus primeras rondas de inversión, las startups se enfrentan con el gran cuestionamiento sobre su siguiente apuesta: ¿qué y cómo llegar al siguiente nivel? ¿cómo crecer exponencialmente?
Por ello, ávidos de colaborar aún más con el ecosistema en la región, desde Finnovista y Startupbootcamp decidimos lanzar el primer programa de escalamiento en Latinoamérica: Startupbootcamp Scale FinTech Mexico City, el cual tiene como fin el ser un facilitador de las herramientas necesarias para ayudar a las startups no sólo con su crecimiento interno, también conectándoles con los grandes actores del mercado dentro de la industria financiera, como son las instituciones financieras, que a su vez, pueden encontrar un gran apoyo tecnológico en estas empresas emergentes.
Los programas como éste en Latinoamérica, son sin duda el aliado perfecto frente a esta demanda de innovación y crecimiento, y por ende, el siguiente paso en la mejora de los servicios financieros de la región. Te invito a ver el siguiente vídeo donde podrás conocer todos los detalles del programa.
Fermin es cofundador y Managing Partner de Finnovista, donde ha liderado la creación de una innovadora plataforma Fintech formada por una red colaborativa a través de competiciones de startups, programas de aceleración, eventos Fintech y progamas de Open Innovation patrocinados por diversas organizaciones en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Antes de Finnovista, Fermín formó parte del equipo directivo que lanzaron una aceleradora de impacto para startups y un fondo de inversión de 185M de euros en España, donde se encargó de las inversiones para startups de Fintech, móvil, software empresarial y semiconductores. También ha trabajado como consultor e investigador de tecnologías de las primeras tecnologías para móviles en Europa. Además, tiene un M.Sc. en Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Sevilla y MBA por el IE Business School (España).