La industria de los servicios financieros vive una etapa de transformación tecnológica y digital donde se están redimensionando y reestructurando los elementos básicos, y a la vez, claves, de la propia industria como son la regulación, el talento, las propias organizaciones y la forma de hacer negocios. Estos nuevos cambios amenazan el volumen de negocio y margen de utilidades de los jugadores tradicionales; incluso, como ya adelantaron algunos de los más respetados ejecutivos de la industria como Francisco González (Presidente, BBVA) y Anthony Jenkins (ex-CEO, Barclays), está en juego la existencia misma de aquellos actores tradicionales que no logren adaptarse a estos nuevos avances tecnológicos y a las exigencias de sus clientes.
Desde los grandes centros financieros del mundo como Londres, Nueva York y Singapur, hasta las principales concentraciones de emprendimiento como San Francisco, Tel Aviv y Berlín, se está presenciando el nacimiento de emprendimientos tecnológicos que compiten directamente con los actores tradicionales del sector de servicios financieros como son los bancos, las aseguradoras y las redes de pagos. Comparados con los actores tradicionales de la industria, estos emprendedores logran innovar introduciendo modelos de negocios disruptivos a través de los cuales ofrecen productos y servicios de manera más eficiente aprovechando las nuevas tecnologías tanto en su funcionalidad como en su bajo costo. Pero los beneficios no se limitan únicamente a la eficiencia; también ofrecen posibilidades de atraer a nuevos clientes –individuales o institucionales– al sistema financiero formal. Están entrando con fuerza soluciones robustas de scoring alternativo, préstamos alternativos, pagos de persona a persona y servicios financieros para PyMes que compiten o complementan los servicios ofertados por los jugadores tradicionales.
América Latina no escapa a esta tendencia. Desde Ciudad de México hasta Buenos Aires y Santiago de Chile, pasando por São Paulo, Lima, Quito o Bogotá, entre muchas otras ciudades de la región, están surgiendo empresas jóvenes de tecnologías financieras que responden y satisfacen las necesidades financieras de los mercados locales. Durante los últimos meses he recorrido gran parte del continente Americano conociendo emprendedores como parte del proceso de selección de Startupbootcamp FinTech Mexico City. He tenido la oportunidad de conocer emprendedores en Quito, Lima, Bogotá y Ciudad de México, así como Madrid. Además, he podido hablar con emprendedores de Santiago, Buenos Aires, São Paulo y Rio de Janeiro. A pesar de las diferencias – culturales, socioeconómicas y del propio sistema financiero – en ocasiones marcadas, entre cada uno de estos países, los emprendedores comparten una peculiaridad entre ellos: la visión y la convicción de poder y querer transformar la industria con tecnología y modelos de negocio innovadores y disruptivos. A diferencia de los incumbentes que operan en el mercado y pretenden ser un banco universal ofreciendo todo tipo de servicios con una amplia gama de productos para cualquier tipo de cliente, los emprendedores Fintech son expertos en identificar problemas específicos en la industria y se esfuerzan por resolverlos construyendo propuestas de valor para los segmentos específicos que sirven.
Aún cuando ya hay indicios que validan el potencial significativo de las empresas de tecnologías financieras que están naciendo en la región, el camino es largo y queda mucho por recorrer antes de poder contemplar ecosistemas de servicios financieros parecidos a los que existen actualmente en Asia o Europa. La colaboración entre las empresas jóvenes y los actores tradicionales de la industria es un elemento indispensable que debe cimentarse en América Latina. Los emprendedores requieren una mayor conexión con la industria para entender mejor su funcionamiento desde dentro; de forma paralela, los corporativos deben conectar con el talento emergente que aplica tecnologías y modelos de negocio potencialmente disruptivos para su negocio. Es así que estamos viviendo un auge en el lanzamiento de iniciativas de innovación colaborativa en la región como Visa’s Everywhere Initiative, un programa global que Visa recientemente lanzó en América Latina.
Desde Finnovista y Startupbootcamp FinTech estamos convencidos que la colaboración entre los diferentes actores del ecosistema es necesario para transformar a velocidades y con impacto más acorde con la era tecnológica en la que vivimos.
Andres es cofundador y Managing Partner de Finnovista, con la que ha puesto en marcha eventos especializados para la comunidad Fintech, concursos para startups y programas de Open Innovation patrocinados por entidades bancarias por toda Europa y América Latina bajo diferentes marcas, incluyendo NextBank, Innotribe y BBVA Open Talent . Antes de lanzar Finnovista , Andrés trabajó en una startup Fintech de Silicon Valley, liderando su expansión en Europa y Latinoamérica . Antes de eso, fue jefe de banca móvil en Bankinter. Andrés también ha trabajado como consultor para varias operadoras de telefonía móvil en Europa y México. Andrés cuenta con una licenciatura de la Universidad de Middlebury en Vermont (EE.UU.) y MBA por el IE Business School de Madrid.