Cuando las startups Fintech irrumpieron en la industria financiera revolucionándola a través de sus innovaciones , la banca tradicional las veía como “enemigas”. Sin embargo, en los últimos años las entidades financieras tradicionales se han visto obligadas a adaptarse a la nueva revolución tecnológica que azota de lleno al mercado promovido por las Fintech. Ante esta situación, ¿cuál es la relación idónea que debe haber entre las startups Fintech y las entidades financieras? ¿sus caminos continuarán de manera paralela como enemigos o se cruzarán y conectarán en algún momento para convertirse en aliados?
Sobre esta cuestión debatieron Alan Colmenares (Microsoft Digital Transformation, Latam New Markets), Laura Gómez (Director of Innovation, Grupo Sura) y Jared Miller (CEO, Entrepreneurial Finance Lab) el pasado 14 de marzo en FINNOSUMMIT Bogotá.
Ante un futuro digital y la apertura de nuevas vías de colaboración con emprendimientos que se caracterizan por tener una cultura diferente y rompedora, Alan planteó si los bancos y las instituciones financieras se están moviendo al paso que deberían para adaptarse a este nuevo escenario y abrazar la revolución digital. La creencia generalizada es que no lo están haciendo; sin embargo, Laura destacó la ventaja que tienen las entidades financieras tradicionales en Latinoamérica, y es que la existencia de un ecosistema hiperregulado como el que tiene la región puede servir como herramienta para “comparar tiempo” y adaptarse a esta disrupción digital. Por tanto, esto nos lleva a una situación en que las startups Fintech deben verse como competidores y potenciales aliados en un futuro cercano, todo ello forzando un cambio hacia la innovación tecnológica por parte de las entidades tradicionales.
Cierto es que a día de hoy existe una necesidad latente de transformación en la industria financiera, a lo que Laura añade que es necesario estar atento a las innovaciones que ocurren para poder implementarlas en compañías que tradicionalmente han tenido jerarquías verticales y culturas muy arraigadas. Pero, ¿este sentido de urgencia es lo suficientemente alto como para propiciar el cambio hacia un futuro de alianzas? Según Jared, la respuesta a ello dependerá de a quién consideren como competidores las entidades financieras. Si solo consideran como competidor a otros bancos, este sentido de urgencia es suficiente; pero si el abanico de competidores se amplía e incluye a nuevos actores como las startups Fintech, el sentido de urgencia actual es insuficiente para adaptarse a la disrupción tecnológica y no desaparecer.
Por tanto, ¿qué necesitan las entidades financieras para innovar y adaptarse a los nuevos tiempos digitales y encontrar en las Fintech unos aliados? El proceso no es sencillo, pero pasa por unos aspectos claves que deben adaptar: compromiso, agilidad y flexibilidad, colaboración y apertura. Las entidades deben mostrar de manera real su compromiso por cambiar sus estructuras y su voluntad por implementar los desarrollos tecnológicos. Del mismo modo, la respuesta y la voluntad por incorporar estas innovaciones debe ser rápida y flexible, pues todo el tiempo de más implica posponer el éxito de las alianzas y de las Fintech en sí. Por otro lado, tal y como destacó Laura, es necesario dejar de querer controlar todo y empezar a colaborar, de manera que se conceda cierta libertad a las Fintech a la hora de desarrollar sus productos y servicios en alianza con las entidades tradicionales. Finalmente, en un mundo donde la revolución Fintech es global, las entidades financieras tienen que abrir horizontes, explorar nuevos mercados y meter en el radar de competidores a nuevos actores.
Ante este escenario, los mercados emergentes como Latinoamérica tienen una oportunidad para subirse a una ola digital y lograr un desarrollo en menos tiempo y con un menor esfuerzo que las potencias desarrolladas. Hay que aprovechar este momento, subirse a la ola y ser pioneros en nuevos modelos de negocio donde se entienda a la industria de manera diferente como hasta ahora. Y para ello, tal y como reflejó Jared, es necesario abrir la mente y ver el futuro con ojos diferentes a como estamos acostumbrados.