Durante FINNOSUMMIT2016, celebrado el pasado 20 de septiembre de 2016 en Ciudad de México, tuvo lugar un panel para explorar el ecosistema Fintech en América Latina. En él participaron Alan Colmenares, del departamento Digital Business Innovation de BBVA Latin America; Adalberto Flores, CEO de Kueski; Diego Serebrisky, Managing Partner de Dalus Capital; y Jackie Hyland, Directora de Sillicon Valley Bank para América Latina como ponentes; y Julie Ruvolo, Directora de Venture Capital Strategy de Lavca como moderadora.
Según los datos aportados por Julie Ruvolo, en la actualidad Fintech es el sector que se lleva la mayor proporción de inversión tecnológica en América Latina. En 2015, la inversión en Fintech representó el 29% del total del capital de venture en IT, mientras que en la primera mitad de 2016 ya representaba el 40%. Cabe destacar también que México ya se posiciona como el país líder en financiación e inversiones de Venture Capital. Con ello, América Latina se presenta como una gran oportunidad para el Fintech, sobre todo si tenemos en cuenta que aproximadamente el 50% de la población todavía no tiene acceso tecnológico ni a servicios bancarios tradicionales.
Durante el panel se puso el acento en la evolución del sector Fintech y las ventajas de las startups a la hora de captar oportunidades. Diego Serebrisky destacó que en los últimos dos años el sector se ha desarrollado en gran medida, gracias a la aparición de numerosas startups que han aprovechado las tecnologías para adentrarse en mercados mal atendidos por los bancos o bien colaborando con ellos ayudándoles a digitalizarse. La oportunidad y capacidad de las startups Fintech para capturar oportunidades de mercado radica en la gran dimensión de los mercados, en el uso de las tecnologías modernas y más baratas que los sistemas de legacy de los bancos, y en las estructuras organizativas con metodologías lean, que permiten un funcionamiento más rápido. Además, aunque estas startups no sean empresas sociales como tal, según Diego Serebrisky “en Latinoamérica, al haber una penetración de servicios financieros relativamente baja, en la medida en que uno aumente la penetración de estos servicios financieros, está teniendo un impacto social”. Esto se consigue bien ofreciendo servicios financieros a personas que anteriormente no tenían acceso a ellos, u ofreciendo los mismos servicios a un coste menor, como es el caso de las Blockchain en el ámbito de las remesas.
Por su parte, Adalberto Flores destacó que los factores que han favorecido al aumento de inversiones en el sector Fintech son la existencia de mercados muy grandes, una banca lenta en cuanto a ejecución pero de gran tamaño y rentabilidad y una tendencia mundial de emplear las nuevas tecnologías para entrar e innovar los mercados tradicionales de servicios financieros. Este auge de las inversiones, que ya ha tenido lugar en Europa y Estados Unidos, está teniendo lugar y continuará en auge en Latinoamérica y, particularmente, en el sector Fintech.
El debate también se centró en torno a la innovación de la banca tradicional, en lo que Jackie Hyland destacó que la crisis financiera de 2008 fue el punto de inflexión a partir del cual surgió la mayor necesidad por innovar, lo que llevó a grandes inversiones en tecnología e innovación a partir de 2012. Aunque considera que la innovación bancaria en Estados Unidos ya no es tan potente como hace unos años, Jackie afirmó que “en mercados emergentes como México y Latinoamérica en general, todavía queda mucho por innovar y disrupt” y, con ello, surge una oportunidad para invertir en startups de estos mercados.
En relación a esta necesidad de innovar tecnológicamente, Alan Colmenares resaltó que “si uno mira a las cinco empresas más valiosas de Estados Unidos, hay dos de medios, una de retail, una de consumer electronics, y otra de software. Y todas comparten que son empresas de software: Apple, Google, Facebook, Amazon y Microsoft.” Alan hizo hincapié en que el proceso tecnológico se está acelerando y, actualmente, en la industria financiera existe una tecnología que tiene la capacidad de eliminar al intermediario, como ocurre con las Blockchain. Hoy en día esta tecnología todavía no se ha desarrollado al completo y sigue dando problemas, destacaba pero, también confirmó que “si en diez años esa tecnología está lo suficientemente robusta como para crear una cantidad de nuevos negocios, los bancos podría verse amenazados”.
Esta cuestión dio lugar a otro aspecto comúnmente debatido dentro del sector Fintech: ¿son las startups Fintech amigas o enemigas de los bancos? Todos los ponentes coincidieron en que es imposible no pensar en alianzas entre las startups Fintech y los bancos, pues ambos se necesitan mutuamente, tanto en materia de infraestructuras, servicios especializados, financiación, etcétera. Así, tal y como se reflejó en el panel, a día de hoy existe una colaboración cada vez más estrecha entre ambos sectores, pero todavía sigue siendo mucho menor de lo que debería ser. Por tanto, si las sinergias entre ambos jugadores no aumentan en los próximos años, los dos podrían verse amenazados y las grandes y potenciales oportunidades de negocio, destruidas. Así, solo queda preguntarnos: ¿qué camino deparará el futuro para ambas ramas del sector financiero?