Las Fintech están ganando terreno a pasos agigantados, sin embargo, existe un dilema que sigue rondando las mentes de muchos: ¿es posible combinar inclusión financiera y rentabilidad? La inclusión financiera busca abrir las puertas del sistema bancario a los que históricamente han estado excluidos, pero, seamos sinceros, ¿de qué sirve ser inclusivos si no podemos sostener el modelo de negocio? Esta pregunta ha estado en el aire durante mucho tiempo, pero hoy tenemos la respuesta: sí, es posible.
Para entender cómo las Fintech han logrado prosperar en mercados emergentes y llevar la inclusión financiera al siguiente nivel sin sacrificar la rentabilidad, exploramos varias claves que, no solo están cambiando el juego, sino redefiniendo lo que significa ser rentable mientras se ofrece acceso a todos. Este artículo está basado en el primer episodio de nuestra serie de contenido digital Conexión Fintech, coproducido por Finnosummit & Mastercard, donde exploramos cómo las Fintech pueden lograr este equilibrio y convertir la inclusión financiera en una oportunidad de negocio sostenible. Lo puedes en video bajo demanda aquí, o escuchar el podcast desde tu plataforma favorita.
¿Qué significa ser inclusivo?
Ser inclusivos no es solo un objetivo social, ¡es un deber! Las Fintech han logrado derribar las barreras físicas y económicas que tradicionalmente han mantenido a los no bancarizados fuera del sistema financiero. En América Latina, por ejemplo, la tecnología móvil ha sido la clave para abrir estas puertas. Plataformas como Mercado Pago en Argentina o Pix en Brasil han transformado cómo los consumidores realizan transacciones, facilitando el acceso a los servicios bancarios mediante sus teléfonos móviles, especialmente en regiones con baja infraestructura bancaria. ¡La banca móvil llegó para quedarse y su impacto ha sido enorme!
Además, las Fintech están atendiendo a un segmento crucial: las personas más jóvenes y con menores ingresos.
Yape y DaviPlata han sido actores clave en la inclusión financiera en Perú y Colombia, respectivamente. Hasta agosto de 2024, Yape contaba con más de 12,3 millones de usuarios activos mensuales en Perú, mientras que DaviPlata alcanzó los 16,4 millones de clientes al cierre del segundo trimestre de 2023 en Colombia, facilitando el acceso a productos y servicios financieros en ambos países.
Estas plataformas han logrado eliminar barreras tradicionales, ofreciendo interfaces intuitivas y accesibles. Esto ha permitido a millones de usuarios realizar transferencias y pagos sin necesidad de una cuenta bancaria tradicional. Además, han implementado estrategias como la eliminación de comisiones en transferencias digitales, incentivando la adopción masiva de pagos electrónicos.
Sin embargo, en segmentos de menores ingresos, el 60% de las compras aún se realizan en efectivo, lo que presenta un gran reto para la digitalización. Las Fintech están liderando este cambio con experiencias de usuario fáciles de usar, lo que facilita la transición hacia los pagos digitales. Según una encuesta de Mastercard, entre el 40% y el 60% de los usuarios accedieron por primera vez a productos financieros a través de una Fintech, abriendo la puerta a servicios innovadores, como criptomonedas, inversiones y créditos.
La inclusión financiera no es solo un desafío, sino una gran oportunidad para construir un ecosistema más equitativo, eficiente y digital.
Rentabilidad: El Santo Grial de las Fintech y el poder de la IA para escalar sin sacrificar eficiencia
La rentabilidad sigue siendo el gran desafío para las Fintech, y la clave está en encontrar la fórmula perfecta que combine costos reducidos, tecnología de vanguardia y un modelo de negocio escalable. Pero no todo es sacrificio. Un ejemplo claro es Nelo, que ha logrado duplicar su tamaño de negocio en solo un año gracias a la inteligencia artificial. ¡Así como lo leen! La IA no solo optimiza los procesos, sino que permite que una empresa con tan solo 35 empleados genere casi un millón de dólares por persona. Las Fintech que han adoptado la tecnología estratégicamente han logrado reducir costos operativos mientras escalan, automatizando procesos clave como la evaluación de crédito y la atención al cliente. Esto no solo mejora la rentabilidad, sino que también permite ofrecer una experiencia de usuario mucho más eficiente y personalizada. Esa es la clave para mantenerse competitivo en este mundo vertiginoso.
Educación financiera digital: Empoderando a los usuarios del futuro
No podemos olvidar uno de los pilares fundamentales para la inclusión financiera: la educación financiera digital. En América Latina, Fintechs como Fintonic y Albo están liderando el cambio al ofrecer herramientas educativas que empoderan a los usuarios para manejar mejor sus finanzas personales.
Por ejemplo, Fintonic permite a las personas gestionar sus gastos e ingresos mientras aprenden conceptos básicos de ahorro y planificación financiera directamente desde la app. Esto no solo les ayuda a ser más conscientes de sus finanzas, sino que también les da el conocimiento necesario para tomar decisiones más informadas.
De manera similar, Albo en México combina su plataforma de gestión financiera con guías prácticas y tips para mejorar la administración del dinero. Además, iniciativas como Destácame en Chile y México están promoviendo la inclusión financiera al ayudar a los usuarios a comprender y mejorar su historial crediticio, brindándoles educación personalizada y recomendaciones prácticas para fortalecer su situación financiera.
Casos de éxito: ¿Quién lo está logrando en Latinoamérica?
No todo es teoría. Vamos a ver algunos ejemplos reales de cómo las Fintech están logrando lo que muchos pensaban imposible: rentabilidad y acceso para todos.
¿Qué nos depara el futuro?
La inclusión financiera y la rentabilidad no son términos opuestos, sino dos caras de la misma moneda. Las Fintech que logren equilibrar ambos aspectos serán las que se lleven la corona. A medida que la tecnología y la innovación sigan avanzando, veremos más ejemplos de empresas que están derribando las barreras del sistema financiero tradicional y abriendo las puertas a la prosperidad.
La clave, como siempre, está en saber cuándo y cómo innovar, y nunca perder de vista el objetivo: generar valor para los clientes mientras se construye un negocio sostenible. Y para los que todavía dudan, permítanme dejarles una reflexión: el futuro no espera a nadie, y las Fintech son la prueba de que, cuando se tiene una misión clara, se puede cambiar el mundo.
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